“El mutismo de Olegario Ramón en un conflicto que afecta a un servicio público tan esencial como el de la recogida de basura y limpieza viaria y a sus empleados, es servil y a la vez poco útil a la ciudad y a los trabajadores.”

5 mayo, 2023.- El portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Ponferrada, Marco Morala, considera que desde el comienzo del conflicto laboral de la limpieza “Olegario Ramón ha optado por una actitud vergonzante para quien se llena la boca de auto considerarse como sindicalista modélico. En ningún momento se trató de un conflicto normal entre una empresa privada y que opera únicamente en el sector privado y sus trabajadores. Estaba afectado un servicio público esencial para nuestro municipio como el de la limpieza y recogida de basura. Estuvo callado deliberadamente, y se apartó de intervenir con grave perjuicio para la ciudad, su imagen, su salubridad, para unos ciudadanos que tuvieron que soportar la basura por las calles durante la huelga y para el propio servicio; eso sin tener en cuenta los problemas acarreados a los trabajadores. Entenderíamos que quien gobierna una ciudad tratase de contemplar todos los intereses en presencia, pero Olegario se adhirió solo a unos. Hay momentos en los que se percibe claramente que el que calla, otorga”.

Una actitud igual estamos observando cuando ya hay pronunciamiento judicial por vulnerar la libertad sindical. Después de lo que la ciudad y los trabajadores han vivido no cabe respaldar por silencio una actitud de fuerza.

Esta ha sido una constante de Olegario Ramón, que en su trato con trabajadores públicos, con pueblos o barrios que se muestran reivindicativos o con asociaciones exigentes ha querido mostrarse siempre fuerte con el débil, a la vez que débil y sumiso con el fuerte. Nada pueden esperar los trabajadores de la mediación de un alcalde que se muestra tan complaciente con el fuerte.

Es necesario que impere el sentido común, no la fuerza -que a veces parece acercarse tanto a una represalia-. Hay que hacer un llamamiento al diálogo y ya no cabe pedirle a Olegario Ramón que intervenga para evitar más problemas cuando no lo ha hecho en el momento en que debía haberse empleado a fondo. A Olegario no le interesa en este momento nada que no le pueda dar un rédito electoral inmediato. Desde el momento del comienzo de este conflicto a Olegario no le han interesado ni los trabajadores ni el servicio público.